El Jueves Santo, tras 2 horas de clases normales, las estudiantes tuvieron la oportunidad de compartir con sus profesores jefes un momento de profunda oración y reflexión comunitaria por medio de la ceremonia del Pan Ázimo, en la que se recuerda lo experienciado por Cristo en la última cena. Guiadas por el lema pastoral de este año “Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón”, las alumnas meditaron sobre los tesoros que existen en sus vidas, y de cómo ellas pueden acercarse a las personas que son más importantes en las vidas de cada una de ellas.
Vía Crucis en comunidad.
Al terminar las ceremonias a nivel de curso previamente mencionadas, las estudiantes acudieron al patio central del establecimiento para deleitarse con las representaciones preparadas por cada uno de los niveles del establecimiento y los profesores, recordando las últimas horas de Jesús y su resurrección. Las estudiantes de segundo medio representaron por medio de situaciones modernas y muy actuales, los hechos acaecidos en el histórico momento de la última cena. A continuación, los profesores representaron la escena del lavado de pies que Cristo efectúa sobre sus seguidores como signo de humildad, recreando este gesto por medio de los profesores jefes que atendieron de esta manera a una estudiante de cada curso. Después, el nivel primero medio conmemoró la instancia en la que Simón el Cireneo ayuda a Cristo a cargar con la cruz, sorprendiendo a la comunidad con una muy buena presentación y un destacadísimo discurso de reflexión de una estudiante de ese nivel. Finalmente, las estudiantes de cuarto medio teatralizaron una sequencia en la que la pasión de Cristo se ve reflejada en las vicisitudes, conflictos y peligros que los jóvenes viven en las “estaciones” de su adolescencia, para terminar con un singo final en el que todo el colegio puso los brazos en cruz como parte de la oración final.
Cristo ha resucutado
Para finalizar los eventos que comenzaran con la Misa de Bendición de Ramos hace más de una semana atrás, el departamento de Pastoral del Liceo, liderado por Cinthya Araya, y que cuenta con la colaboración permanente de nuestras destacadas Delegadas de Pastoral, preparó una breve pero muy especial oración de la mañana que se realizó en el patio y a nivel de todo el colegio.
Tras reflexionar sobre el sentido e importancia de esta debilidad, se cerró este momento a través de un signo y oración final en la que cada profesor jefe recibió un cirio encendido cortesía de la Sra. Jauregui, que cuenta con una larga trayectoria de cooperación con nuestro establecimiento desde el EME (Encuentro de Mujeres en el Espíritu), el CCPPAA (Centro de Padres y Apoderados) y del departamento de Pastoral representando a los apoderas. Este cirio simboliza que Cristo ha resucitado y que está dentro de nuestros corazones y cada uno encontrará un lugar especial dentro de la sala de cada curso. Además, como gesto de cariño por parte de nuestro Liceo, cada curso recibió un canastito con los tradicionales huevitos de chocolate para endulzar la mañana.
