Nuestro capellán, el Padre Rodrigo Domínguez, dirigió la liturgia de la palabra en un discurso en torno a la aceptación de aquellos que son diferentes a nosotros y puso énfasis en la importancia de la familia tanto en la edificación de una vida provechosa al servicio del señor, como en la construcción de una sociedad más justa.
En la liturgia eucarística, representantes de diferentes estamentos de nuestra comunidad, aportaron con importantes signos relacionados con el trabajo realizado durante el año y las proyecciones sobre lo que esperamos para el año que estamos inaugurando con esta ceremonia.
A continuación, el área de Pastoral de nuestro Liceo, aprovechó la oportunidad para reconocer y agradecer a las estudiantes y profesoras que participaron como voluntarias papales en la pasada visita del Santo Padre a nuestro país.
Para finalizar y antes de la bendición final, cada profesor jefe recibió simbólica y literalmente una copia de la Biblia que acompañará a cada curso en su sala de clases durante el año.