Presidida por nuestro capellán, el Padre Rodrigo Domínguez, la ceremonia se caracterizo por la cercanía que se produjo entre el sacerdote y la asamblea, la cual llegó con especial puntualidad, a pesar de los 40 mm caídos durante ese día.
Las estudiantes de cada una de las 4 especialidades de nuestro establecimiento, compartieron con sus familias uno de los hitos más importantes en su camino a convertirse en profesionales al servicio de nuestra sociedad, y agentes de cambio para el mejor Chile que tendremos mañana.
El religioso derramó la Bendición de Dios en los trajes de cada especialidad, de manera que desde este día en adelante no solo representarán un oficio, sino que por sobre todo, un ideal, un deber y un sueño.
Las cerca de 200 estudiantes del nivel tercero medio han sido envestidas con este manto de profesionalismo, que marca su compromiso con la institución y por medio de este, con sus familias y su futuro.